Foto tomada de cbc.ca
---
El siguiente artículo se escribió luego de una conversación de Derek Jeter y Jorge Posada con este periodista. Es todo un sueño hecho realidad y es el momento de compartirlo con los lectores de ésta página. No deje de leer lo que dijeron estos ídolos y emblemas de los Yankees.
---
En 1996 la historia de los Yankees de Nueva York volvió al lugar perdido por 18 años: Un título de la Serie Mundial. George Steinbrenner, dueño del equipo y quien falleció el pasado 13 de julio, trajo para ese exitoso año a un nuevo entrenador, algo usual en él, pues había despedido a 21 en las 23 temporadas que llevaba como máximo jefe de la novena.
El nuevo timonel era Joe Torre, quien desde el primer día de entrenamiento dejó claro a sus jugadores lo que él quería: “No quiero ganar sólo una vez, deseo obtener tres en fila. Aspiro a establecer algo especial acá”.
Torre cumplió. Los Yankees, además del 96, se impusieron en 1998, 1999 y 2000. Cuatro anillos de los siete que G. Steinbrenner vio bajo su mandato. Cuatro de los cinco que han ganado Derek Jeter y Jorge Posada, dos símbolos de los ‘Mulos’.
Jeter cuando oyó esas palabras motivadoras de Torre era un joven pelotero de 21 años, que el año anterior había tenido 51 apariciones al plato, dispuesto a asumir el papel definitivo de una de las posiciones defensivas con mayores responsabilidades y quien llamaría a Torre ‘Mr. T’.
Era un talentoso novato que se tomó en serio la tarea y lo entregaría todo en el terreno por formar parte de aquella memorable dinastía que se construiría. Hoy, Derek es un ídolo completo en Nueva York por su rendimiento y su carisma.
Por otro lado, Posada, dos años mayor que Jeter, también soñaba con consolidarse en las Grandes Ligas. Su labor era la de catcher y en 1995 sumó dos apariciones: Una en temporada regular y una en los playoffs. En la siguiente campaña no tuvo la misma suerte de Jeter de ser titular, pero con orgullo cuenta que nunca se le olvidará ese primer anillo al que tuvo derecho a recibir.
Lo que nunca ni Posada ni Jeter alcanzaron a imaginarse es haber registrado este año 16 temporadas consecutivas jugando juntos en los Yankees al lado del cerrador Mariano Rivera, un récord para un trío de compañeros en la MLB, la NBA y la NHL.
A esa cantidad de años se le suman dos más, pues el campocorto y el catcher son los mejores amigos desde que jugaron en las menores. Una amistad duradera dentro y por fuera del terreno. Dos amigos que en medio del movimiento permanente de periodistas en el clubhouse le expresaron a este 'bloguero' lo que ha sido su trayectoria en los Yankees.
Jeter habló como cuando defiende, con velocidad para agarrar la pelota y lanzar enseguida hacia la base donde haya que sacar el out, mientras Posada tomó más tiempo como si le estuviera mandando las señales a un pitcher para decidir el próximo lanzamiento.
Tradición triunfadora
Además de ser dirigido por un entrenador como Torre, Jeter, 36 años, halló la gran oportunidad de su vida de actuar en el equipo del cual fue hincha cuando era niño. “Es tradición y orgullo cuando se tiene la oportunidad de jugar para esta organización. Estoy muy feliz de tenerla”. Posada agrega un tercer elemento al sentimiento hacia los Yankees y es “triunfar, es un equipo con mucho talento”.
Para ambos nada ha cambiado entre jugar en los primeros años y el presente, pero ven de distinta manera las victorias y las derrotas. Jeter no se refiere a momentos específicos cuando piensa en triunfos y caídas. “Cada vez que tenemos la oportunidad de ganar es un instante muy especial. Se pone mucho esfuerzo y se trata de vencer en muchos juegos, por eso cuando se pierde el sentimiento es horrible”.
El catcher de 39 años, además de los cinco anillos, recuerda “el juego perfecto de David Wells en 1998. Béisbol es un juego duro, difícil. El día más fuerte fue en el 2001 cuando caímos con los Diamondbacks de Arizona porque se ganaba por una carrera en un séptimo juego de la Serie Mundial. Eso dolió más que el 2004 cuando los Medias Rojas nos eliminaron”.
1998: el mejor equipo
Para estos dos emblemas de los Yankees el campeonato de 1996 tiene un alto valor por lo que fue el primero para ambos y concuerdan en destacar a la novena de 1998 como la “mejor que ha habido”, cuando acabaron con 114 victorias en la temporada regular. “El mejor equipo en el que he jugado. No va haber uno igual que ese. Nunca se me olvidará”, señala Posada.
“Repetición y repetición”, dice el capitán de los Yankees para referirse a las victorias del 99 y el 2000, pero su amigo Jorge no quiere dejar de lado unos significados: “En el 99 tuvimos un buen año y el pitcheo dominó en la Serie Mundial. En el 2000 triunfar en Nueva York contra Nueva York (Mets) fue especial”.
El ser de nuevo los mejores el año pasado acabó con una sequía de nueve años de los ‘Bombarderos’. “Es bueno volver a estar arriba después de tanto tiempo”, considera Jeter, mientras el cinco veces Bate de Plata se alegra también por sus compañeros: “Después de perder en el 2001 y el 2003 fue especial lo sucedido en el 2009 porque había peloteros que no habían jugado ni ganado una Serie Mundial”.
El último festejo no estuvo bajo el mando de Joe Torre sino de Joe Girardi, quien precisamente fue el catcher titular en 1996. Con Torre, los dos jugadores están muy agradecidos por guiarlos durante 12 años. Simplemente lo definen como un padre. Posada al pensar en él recuerda: “Extraño sus palabras. Nunca me olvidaré de él”. “Tenemos una relación muy cercana y le deseo lo mejor en Los Ángeles”, fue el agradecimiento del cuatro veces Guante de Oro en el campocorto.
'Core Four'
Jeter y Posada no están solos en el club de los experimentados en los Yankees. También en esa lista hay que meter al abridor Andy Pettitte y al cerrador Mariano Rivera. Empezaron igualmente su carrera en los Yankees en 1995, y Andy, aunque no forma parte del récord de 16 temporadas por su ida entre el 2004 y el 2006 a los Astros, está dentro de la columna vertebral de la novena que se conoce como el Core Four.
“Andy es un pitcher que cada vez hace mejor su labor. Es un jugador que se quiere ver en el montículo. Mariano es el mejor cerrador. Y con Jorge somos amigos desde hace 18 años”, así define Jeter a los otros tres veteranos.
Para Posada, “Pettitte es un lanzador que va a pedir la pelota cada cinco días y lo va a dar todo así no se sienta al 100 por ciento. Mariano es un hermano, es un ganador, nunca se rinde; no hay otro lanzador que sea igual que él. Derek es mi mejor amigo en el equipo; es una persona que siempre la voy a tener en el corazón porque me ha ayudado mucho”.
Derek para de hablar, pero no se va sin aclarar que “quiere divertirse” y no pensar en cuántos años más va a jugar. El presente contrato que lo vincula con los Yankees vence al final de la presente campaña, aunque seguramente le renovarán.
Posada tampoco tiene una respuesta. Aunque su contrato acabe en el 2011, cuando tenga 40, sin titubear expresó que no se ve jugando en otro equipo, y de momento esperará el desenlace de la presente temporada que por momentos ha mostrado a los Yankees más sólidos que hace un año. ¿Habrá nueva dinastía? “Lo sabremos pronto. Aún no se puede escribir. Vamos muy bien, pero hasta que no se acabe no se puede comparar con el 2009”.
Dos frases como 'ñapa'
“No es difícil ser el capitán de los Yankees. Es simplemente jugar duro y tratar de ganar”, Derek Jeter.
“Extraño las luces del viejo Yankee Stadium. Son mejores que las que tenemos ahora. El nuevo parque es bonito y especial, pero el Yankee Stadium de antes siempre será Yankee Stadium”, Jorge Posada.
Análisis del pitcheo en el 2010. ¿Por qué está tan fuerte?
Entrevista con Ernesto Frieri.
Let's go Yankees!
¡Por la lucha XXVIII! ¡Todos a portar el 28!
El nuevo timonel era Joe Torre, quien desde el primer día de entrenamiento dejó claro a sus jugadores lo que él quería: “No quiero ganar sólo una vez, deseo obtener tres en fila. Aspiro a establecer algo especial acá”.
Torre cumplió. Los Yankees, además del 96, se impusieron en 1998, 1999 y 2000. Cuatro anillos de los siete que G. Steinbrenner vio bajo su mandato. Cuatro de los cinco que han ganado Derek Jeter y Jorge Posada, dos símbolos de los ‘Mulos’.
Jeter cuando oyó esas palabras motivadoras de Torre era un joven pelotero de 21 años, que el año anterior había tenido 51 apariciones al plato, dispuesto a asumir el papel definitivo de una de las posiciones defensivas con mayores responsabilidades y quien llamaría a Torre ‘Mr. T’.
Era un talentoso novato que se tomó en serio la tarea y lo entregaría todo en el terreno por formar parte de aquella memorable dinastía que se construiría. Hoy, Derek es un ídolo completo en Nueva York por su rendimiento y su carisma.
Por otro lado, Posada, dos años mayor que Jeter, también soñaba con consolidarse en las Grandes Ligas. Su labor era la de catcher y en 1995 sumó dos apariciones: Una en temporada regular y una en los playoffs. En la siguiente campaña no tuvo la misma suerte de Jeter de ser titular, pero con orgullo cuenta que nunca se le olvidará ese primer anillo al que tuvo derecho a recibir.
Lo que nunca ni Posada ni Jeter alcanzaron a imaginarse es haber registrado este año 16 temporadas consecutivas jugando juntos en los Yankees al lado del cerrador Mariano Rivera, un récord para un trío de compañeros en la MLB, la NBA y la NHL.
A esa cantidad de años se le suman dos más, pues el campocorto y el catcher son los mejores amigos desde que jugaron en las menores. Una amistad duradera dentro y por fuera del terreno. Dos amigos que en medio del movimiento permanente de periodistas en el clubhouse le expresaron a este 'bloguero' lo que ha sido su trayectoria en los Yankees.
Jeter habló como cuando defiende, con velocidad para agarrar la pelota y lanzar enseguida hacia la base donde haya que sacar el out, mientras Posada tomó más tiempo como si le estuviera mandando las señales a un pitcher para decidir el próximo lanzamiento.
Tradición triunfadora
Además de ser dirigido por un entrenador como Torre, Jeter, 36 años, halló la gran oportunidad de su vida de actuar en el equipo del cual fue hincha cuando era niño. “Es tradición y orgullo cuando se tiene la oportunidad de jugar para esta organización. Estoy muy feliz de tenerla”. Posada agrega un tercer elemento al sentimiento hacia los Yankees y es “triunfar, es un equipo con mucho talento”.
Para ambos nada ha cambiado entre jugar en los primeros años y el presente, pero ven de distinta manera las victorias y las derrotas. Jeter no se refiere a momentos específicos cuando piensa en triunfos y caídas. “Cada vez que tenemos la oportunidad de ganar es un instante muy especial. Se pone mucho esfuerzo y se trata de vencer en muchos juegos, por eso cuando se pierde el sentimiento es horrible”.
El catcher de 39 años, además de los cinco anillos, recuerda “el juego perfecto de David Wells en 1998. Béisbol es un juego duro, difícil. El día más fuerte fue en el 2001 cuando caímos con los Diamondbacks de Arizona porque se ganaba por una carrera en un séptimo juego de la Serie Mundial. Eso dolió más que el 2004 cuando los Medias Rojas nos eliminaron”.
1998: el mejor equipo
Para estos dos emblemas de los Yankees el campeonato de 1996 tiene un alto valor por lo que fue el primero para ambos y concuerdan en destacar a la novena de 1998 como la “mejor que ha habido”, cuando acabaron con 114 victorias en la temporada regular. “El mejor equipo en el que he jugado. No va haber uno igual que ese. Nunca se me olvidará”, señala Posada.
“Repetición y repetición”, dice el capitán de los Yankees para referirse a las victorias del 99 y el 2000, pero su amigo Jorge no quiere dejar de lado unos significados: “En el 99 tuvimos un buen año y el pitcheo dominó en la Serie Mundial. En el 2000 triunfar en Nueva York contra Nueva York (Mets) fue especial”.
El ser de nuevo los mejores el año pasado acabó con una sequía de nueve años de los ‘Bombarderos’. “Es bueno volver a estar arriba después de tanto tiempo”, considera Jeter, mientras el cinco veces Bate de Plata se alegra también por sus compañeros: “Después de perder en el 2001 y el 2003 fue especial lo sucedido en el 2009 porque había peloteros que no habían jugado ni ganado una Serie Mundial”.
El último festejo no estuvo bajo el mando de Joe Torre sino de Joe Girardi, quien precisamente fue el catcher titular en 1996. Con Torre, los dos jugadores están muy agradecidos por guiarlos durante 12 años. Simplemente lo definen como un padre. Posada al pensar en él recuerda: “Extraño sus palabras. Nunca me olvidaré de él”. “Tenemos una relación muy cercana y le deseo lo mejor en Los Ángeles”, fue el agradecimiento del cuatro veces Guante de Oro en el campocorto.
'Core Four'
Jeter y Posada no están solos en el club de los experimentados en los Yankees. También en esa lista hay que meter al abridor Andy Pettitte y al cerrador Mariano Rivera. Empezaron igualmente su carrera en los Yankees en 1995, y Andy, aunque no forma parte del récord de 16 temporadas por su ida entre el 2004 y el 2006 a los Astros, está dentro de la columna vertebral de la novena que se conoce como el Core Four.
“Andy es un pitcher que cada vez hace mejor su labor. Es un jugador que se quiere ver en el montículo. Mariano es el mejor cerrador. Y con Jorge somos amigos desde hace 18 años”, así define Jeter a los otros tres veteranos.
Para Posada, “Pettitte es un lanzador que va a pedir la pelota cada cinco días y lo va a dar todo así no se sienta al 100 por ciento. Mariano es un hermano, es un ganador, nunca se rinde; no hay otro lanzador que sea igual que él. Derek es mi mejor amigo en el equipo; es una persona que siempre la voy a tener en el corazón porque me ha ayudado mucho”.
Derek para de hablar, pero no se va sin aclarar que “quiere divertirse” y no pensar en cuántos años más va a jugar. El presente contrato que lo vincula con los Yankees vence al final de la presente campaña, aunque seguramente le renovarán.
Posada tampoco tiene una respuesta. Aunque su contrato acabe en el 2011, cuando tenga 40, sin titubear expresó que no se ve jugando en otro equipo, y de momento esperará el desenlace de la presente temporada que por momentos ha mostrado a los Yankees más sólidos que hace un año. ¿Habrá nueva dinastía? “Lo sabremos pronto. Aún no se puede escribir. Vamos muy bien, pero hasta que no se acabe no se puede comparar con el 2009”.
Dos frases como 'ñapa'
“No es difícil ser el capitán de los Yankees. Es simplemente jugar duro y tratar de ganar”, Derek Jeter.
“Extraño las luces del viejo Yankee Stadium. Son mejores que las que tenemos ahora. El nuevo parque es bonito y especial, pero el Yankee Stadium de antes siempre será Yankee Stadium”, Jorge Posada.
Análisis del pitcheo en el 2010. ¿Por qué está tan fuerte?
Entrevista con Ernesto Frieri.
Let's go Yankees!
¡Por la lucha XXVIII! ¡Todos a portar el 28!
Excelentes entrevistas y un análisis profundo sobre lo visto en 2010! Felicitaciones
ResponderEliminarExcelente contenido!!! espero que miles de personas se puedan estar beneficiando de sus educados y completos comentarios!! Lo felicito por la clarísima pasion que tiene sobre el tema!
ResponderEliminarYo sigo siendo una de tus alumnas.... me encantan tus articulos!!
ResponderEliminar