Foto tomada de sports.espn.go.com En el séptimo juego de la Serie Mundial de 1997 el paracortos colombiano Edgar Rentería se convirtió en héroe. Impulsó la carrera decisiva con un sencillo en la entrada 11. Su equipo, los Marlins de la Florida, que eran locales, le ganó 3-2 a los Indios de Cleveland, y 4-3 en la Serie. Esto pasó un 26 de octubre, aunque realmente en los primeros minutos del 27.
A recordar este momento 13 años después, cuando Rentería retorna a un 'Clásico de Otoño' con los Gigantes de San Francisco para medirse a los Rangers de Texas.
El siguiente artículo fue escrito hace dos años, cuando era estudiante de octavo semestre. Espero sus comentarios.
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En Miami y en Colombia el reloj ya había marcado hacía diez o quince minutos la media noche cuando el colombiano Edgar Rentería, de 22 años, paracortos, se acercó al 'plato' para enfrentar al lanzador derecho Charles Nagy de los Indios de Cleveland en la parte baja de la entrada 11 del séptimo y decisivo partido de la Serie Mundial de 1997.
Un sencillo era lo que necesitaba conectar el barranquillero para impulsar desde la tercera base a su compañero Craig Counsell y así terminar el encuentro. El hecho que faltara un out para culminar la entrada no fue presión para Rentería, quien logró darle de hit a la pelota por el jardín central, y así entrar en la historia: ¡Por primera vez un beisbolista de Colombia ganó la Serie Mundial, al igual que la novena de los Marlins de la Florida!
Fue un partido en el que predominaron los lanzadores sobre los bateadores, pues el marcador fue apenas un 3-2. A los dos abridores, Al Leiter, de los Marlins, y Jaret Wright, de los Indios, durante las dos primeras entradas no les anotaron carreras. Pero Wright sería testigo del primer ‘aviso’ de que Rentería era uno de los candidatos para ser el héroe de la noche.
El colombiano en su primer turno al bate, con un out, conectó un doble por el jardín derecho para quedar en posición anotadora, pero un doble play, tras una ‘rola’ del primera base Darren Daulton (antes el jardinero derecho Gary Sheffield recibió la base por bola), impidió que el paracortos llegara a home.
La carrera que no hicieron los Marlins, los peloteros de los Indios en la parte alta de la tercera entrada sí la anotaron e hicieron una más. Una base por bola a Jim Thome, un sencillo de Marquis Grissom, un toque de sacrificio de Jaret Wright y un imparable de Tony Fernández fueron suficientes para que los dos primeros jugadores pisaran home y pusieran el marcador 2-0 para la novena visitante.
Después de este ‘ataque’ del equipo de Cleveland, los pitchers serían protagonistas. ¡Siete ponches para cada uno! Leiter lanzó hasta la sexta entrada. Wright salió después del primer out de la séptima, y en los duelos restantes con el barranquillero, en la tercera y sexta entrada, le otorgó una base por bola y logró que conectara una línea hacia el jardín central que fue out, respectivamente.
Fue en la séptima entrada, la de la ‘suerte’, como dicen los comentaristas de béisbol, cuando los Marlins recortaron la ventaja gracias a que Bobby Bonilla conectó un cuadrangular. Pero no hubo un rally para empatar y darle vuelta al marcador, pues el jardinero derecho Devon White, el catcher Charles Johnson y el bateador emergente Kurt Abbot fueron puestos out.
‘El juego no termina hasta que termina’
Cuando llegó el turno de los Marlins en la octava, la primera oportunidad para buscar el empate fue para el barranquillero, pero ‘la vía de la vergüenza’ lo puso out. Bateó y el lanzador recogió la pelota y se la lanzó al primera base Jim Thome. Después Gary Sheffield fue ponchado y Jeff Conine, quien reemplazó a Darren Daulton, conectó un elevado hacia el jardín derecho. Con esto los Indios empezaron a estar más cerca de llegar a lo más alto en el Béisbol de las Grandes Ligas (MLB).¡Sólo les faltaban los tres outs de la novena!
El sueño para los Marlins de ganar su primera Serie Mundial, con apenas cinco años de existencia, parecía esfumarse, pero en la novena entrada se puso en práctica la famosa frase de Yogi Berra, catcher de los Yankees de Nueva York entre los cuarentas y los sesentas: “el juego no termina hasta que termina”.
La parte baja de la novena la inició el jardinero derecho Moisés Alou con un hit. Luego Bobby Bonilla fue ponchado y Charles Johnson conectó otro imparable, que llevó a Alou hasta la 'antesala'. Momento emocionante y de tensión en el partido: la carrera del empate estaba a 27 metros. Llegó el segunda base Craig Counsell y se sacrificó con un elevado para que Alou anotara en un ‘pisa y corre’. “¡Partido nuevo!”, como diría Ernesto Jerez, narrador del canal ESPN.
Entradas extras, sinónimo de nervios en ese momento para los fanáticos de los Marlins, los de los Indios y para los colombianos. Pero en la parte alta de la décima no hubo preocupación para los primeros y los terceros: el pitcher Robb Nen de la novena de Florida sacó sin ningún problema a los bateadores de los Indios.
Cuando empezó la parte baja hubo una esperanza para los Marlins. Devon White fue ponchado y luego Rentería daría su segundo ‘aviso’, de lo que haría más adelante, al conectar su segundo sencillo de la noche. Gary Sheffield dio otro imparable, con el cual el colombiano se pondría en la segunda base, en posición anotadora. El bateador emergente John Cangelosi (ponchado) y Moisés Alou (sacado por un elevado) no consiguieron el batazo decisivo.
Susto y alegría
En béisbol, se dice que cuando se empieza con una base por bola ésta puede convertirse en carrera. Por esto, la entrada 11 empezó con preocupación para los Marlins. Matt Williams recibió ‘pasaporte’ del lanzador Jay Powell, a quien el destino lo acompañó porque Sandy Alomar tocó la pelota, una jugada que generalmente permite avanzar a los corredores, y se forzó a Williams en segunda. Después Jim Thome dio una ‘rola’ para un doble play.
El momento decisivo se acercaba. Ya era lunes 27 de octubre y Bobby Bonilla empezó embasándose con un sencillo en el cierre de la 11 para el equipo de Florida. El manager Jim Leyland decidió empezar a jugar pelota ‘inteligente’ al enviar al emergente Greg Zaun a tocar la pelota, pero no funcionó porque la bola no tocó el piso y fue agarrada por el catcher Sandy Alomar. Cuando Craig Counsell bateó, un error del segunda base Tony Fernández le permitió a Bonilla llegar a tercera. El lanzador Charles Nagy luego le otorgó la base por bola al emergente Jim Eisenreich.
El panorama para los Marlins no podía ser el mejor: bases llenas con un out. El turno fue para Devon White, quien conectó una 'rola' que hizo que el paracortos Ómar Vizquel lanzara a home para sacar a Bonilla. Counsell avanzó a la 'antesala'. ¡Se perdía una ocasión para ganar!
La oportunidad fue para Rentería, que encontró un cuadro con corredores en las esquinas, y dos outs. Le dio a la bola en dirección hacia el jardín central. Ómar Vizquel, ganador del Guante de Oro en los cuatro años previos, no pudo detener la pelota, a pesar de que le pasó cerca de su manilla. ¡Counsell anotó la carrera ganadora! ¡Fiesta en Florida y en Colombia! ¡Primer anillo para el país! El paracortos corrió de la alegría y sus compañeros salieron a felicitarlo. El primero en abrazarlo fue Gary Sheffield.
Rentería después del partido manifestó lo siguiente al diario El Tiempo sobre el hit decisivo: “cuando choqué la bola, lo que pensé era que nunca me pondrían coger en primera y que tenía que correr duro. Creo que batí el récord de velocidad del 'plato' a primera. Corrí desesperado, como si alguien me hubiera asustado y sólo estuve seguro cuando la pelota pasó de largo por segunda”.
67.204 personas en el estadio Pro Placer Stadium de Miami saltaron y gritaron de alegría y metieron más en sus corazones a ‘El Niño’, apodo de Rentería. La ovación que recibió el colombiano en el primer juego de la Serie Mundial quedó ratificada al igual que el grito “¡‘Niño’, ‘Niño’’, Rentería, Rentería!”
Hacía seis años que un título de la Serie Mundial en un séptimo partido no se decidía con un sencillo. El último pelotero que había sido héroe por esto fue el bateador emergente Gene Larkin de los Mellizos de Minnesota, que derrotaron a los Bravos de Atlanta.
Fue un día memorable, que sin duda quedará en el recuerdo de la historia del deporte colombiano. Aquel imparable de gloria para el país y la manera como los compañeros felicitaron a Rentería, abrazándolo y levantándolo en hombros, no se borrará de los colombianos que, sin importar las cuatro horas y diez minutos de duración del juego y que tocaba ir al oficina, al colegio o a la universidad, vieron ‘bañarse’ de héroe a un compatriota en el máximo torneo de la ‘pelota caliente‘.
Un año inolvidable
Indiscutiblemente el mayor logro para el pelotero barranquillero Édgar Rentería en la temporada de 1997 en las Grandes Ligas fue ganar con los Marlins la Serie Mundial gracias al hit que dio, pero no se puede dejar de lado otros registros.
Durante la temporada regular Rentería tuvo un promedio de bateo de .277, impulsó 52 carreras y tuvo un Porcentaje de Embasarse (OBP, por sus siglas en inglés) de .327. A la defensiva, en la posición entre segunda y tercera base (paracortos), tuvo un rendimiento de .975 y cometió 17 errores. Números suficientes que le permitieron ser candidato al premio Mejor Novato del año.
En la Serie Mundial su promedio de bateo fue de .290, remolcó tres carreras, su OBP fue de .353 y recibió tres bases por bola. A la defensiva, sus números fueron de un rendimiento de .974 con apenas un error.
Quedará también en el recuerdo el primer partido de la Serie Divisional contra los Gigantes de San Francisco, disputado en Miami, cuando en la novena entrada, momento en que el marcador estaba 1-1, Rentería dio un sencillo para impulsar a Charles Johnson, quien estaba en tercera base, y dar por terminado el encuentro.
Narración hit Rentería - Telecaribe
Narración hit Rentería - Édgar Perea
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A recordar este momento 13 años después, cuando Rentería retorna a un 'Clásico de Otoño' con los Gigantes de San Francisco para medirse a los Rangers de Texas.
El siguiente artículo fue escrito hace dos años, cuando era estudiante de octavo semestre. Espero sus comentarios.
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En Miami y en Colombia el reloj ya había marcado hacía diez o quince minutos la media noche cuando el colombiano Edgar Rentería, de 22 años, paracortos, se acercó al 'plato' para enfrentar al lanzador derecho Charles Nagy de los Indios de Cleveland en la parte baja de la entrada 11 del séptimo y decisivo partido de la Serie Mundial de 1997.
Un sencillo era lo que necesitaba conectar el barranquillero para impulsar desde la tercera base a su compañero Craig Counsell y así terminar el encuentro. El hecho que faltara un out para culminar la entrada no fue presión para Rentería, quien logró darle de hit a la pelota por el jardín central, y así entrar en la historia: ¡Por primera vez un beisbolista de Colombia ganó la Serie Mundial, al igual que la novena de los Marlins de la Florida!
Fue un partido en el que predominaron los lanzadores sobre los bateadores, pues el marcador fue apenas un 3-2. A los dos abridores, Al Leiter, de los Marlins, y Jaret Wright, de los Indios, durante las dos primeras entradas no les anotaron carreras. Pero Wright sería testigo del primer ‘aviso’ de que Rentería era uno de los candidatos para ser el héroe de la noche.
El colombiano en su primer turno al bate, con un out, conectó un doble por el jardín derecho para quedar en posición anotadora, pero un doble play, tras una ‘rola’ del primera base Darren Daulton (antes el jardinero derecho Gary Sheffield recibió la base por bola), impidió que el paracortos llegara a home.
La carrera que no hicieron los Marlins, los peloteros de los Indios en la parte alta de la tercera entrada sí la anotaron e hicieron una más. Una base por bola a Jim Thome, un sencillo de Marquis Grissom, un toque de sacrificio de Jaret Wright y un imparable de Tony Fernández fueron suficientes para que los dos primeros jugadores pisaran home y pusieran el marcador 2-0 para la novena visitante.
Después de este ‘ataque’ del equipo de Cleveland, los pitchers serían protagonistas. ¡Siete ponches para cada uno! Leiter lanzó hasta la sexta entrada. Wright salió después del primer out de la séptima, y en los duelos restantes con el barranquillero, en la tercera y sexta entrada, le otorgó una base por bola y logró que conectara una línea hacia el jardín central que fue out, respectivamente.
Fue en la séptima entrada, la de la ‘suerte’, como dicen los comentaristas de béisbol, cuando los Marlins recortaron la ventaja gracias a que Bobby Bonilla conectó un cuadrangular. Pero no hubo un rally para empatar y darle vuelta al marcador, pues el jardinero derecho Devon White, el catcher Charles Johnson y el bateador emergente Kurt Abbot fueron puestos out.
‘El juego no termina hasta que termina’
Cuando llegó el turno de los Marlins en la octava, la primera oportunidad para buscar el empate fue para el barranquillero, pero ‘la vía de la vergüenza’ lo puso out. Bateó y el lanzador recogió la pelota y se la lanzó al primera base Jim Thome. Después Gary Sheffield fue ponchado y Jeff Conine, quien reemplazó a Darren Daulton, conectó un elevado hacia el jardín derecho. Con esto los Indios empezaron a estar más cerca de llegar a lo más alto en el Béisbol de las Grandes Ligas (MLB).¡Sólo les faltaban los tres outs de la novena!
El sueño para los Marlins de ganar su primera Serie Mundial, con apenas cinco años de existencia, parecía esfumarse, pero en la novena entrada se puso en práctica la famosa frase de Yogi Berra, catcher de los Yankees de Nueva York entre los cuarentas y los sesentas: “el juego no termina hasta que termina”.
La parte baja de la novena la inició el jardinero derecho Moisés Alou con un hit. Luego Bobby Bonilla fue ponchado y Charles Johnson conectó otro imparable, que llevó a Alou hasta la 'antesala'. Momento emocionante y de tensión en el partido: la carrera del empate estaba a 27 metros. Llegó el segunda base Craig Counsell y se sacrificó con un elevado para que Alou anotara en un ‘pisa y corre’. “¡Partido nuevo!”, como diría Ernesto Jerez, narrador del canal ESPN.
Entradas extras, sinónimo de nervios en ese momento para los fanáticos de los Marlins, los de los Indios y para los colombianos. Pero en la parte alta de la décima no hubo preocupación para los primeros y los terceros: el pitcher Robb Nen de la novena de Florida sacó sin ningún problema a los bateadores de los Indios.
Cuando empezó la parte baja hubo una esperanza para los Marlins. Devon White fue ponchado y luego Rentería daría su segundo ‘aviso’, de lo que haría más adelante, al conectar su segundo sencillo de la noche. Gary Sheffield dio otro imparable, con el cual el colombiano se pondría en la segunda base, en posición anotadora. El bateador emergente John Cangelosi (ponchado) y Moisés Alou (sacado por un elevado) no consiguieron el batazo decisivo.
Susto y alegría
En béisbol, se dice que cuando se empieza con una base por bola ésta puede convertirse en carrera. Por esto, la entrada 11 empezó con preocupación para los Marlins. Matt Williams recibió ‘pasaporte’ del lanzador Jay Powell, a quien el destino lo acompañó porque Sandy Alomar tocó la pelota, una jugada que generalmente permite avanzar a los corredores, y se forzó a Williams en segunda. Después Jim Thome dio una ‘rola’ para un doble play.
El momento decisivo se acercaba. Ya era lunes 27 de octubre y Bobby Bonilla empezó embasándose con un sencillo en el cierre de la 11 para el equipo de Florida. El manager Jim Leyland decidió empezar a jugar pelota ‘inteligente’ al enviar al emergente Greg Zaun a tocar la pelota, pero no funcionó porque la bola no tocó el piso y fue agarrada por el catcher Sandy Alomar. Cuando Craig Counsell bateó, un error del segunda base Tony Fernández le permitió a Bonilla llegar a tercera. El lanzador Charles Nagy luego le otorgó la base por bola al emergente Jim Eisenreich.
El panorama para los Marlins no podía ser el mejor: bases llenas con un out. El turno fue para Devon White, quien conectó una 'rola' que hizo que el paracortos Ómar Vizquel lanzara a home para sacar a Bonilla. Counsell avanzó a la 'antesala'. ¡Se perdía una ocasión para ganar!
La oportunidad fue para Rentería, que encontró un cuadro con corredores en las esquinas, y dos outs. Le dio a la bola en dirección hacia el jardín central. Ómar Vizquel, ganador del Guante de Oro en los cuatro años previos, no pudo detener la pelota, a pesar de que le pasó cerca de su manilla. ¡Counsell anotó la carrera ganadora! ¡Fiesta en Florida y en Colombia! ¡Primer anillo para el país! El paracortos corrió de la alegría y sus compañeros salieron a felicitarlo. El primero en abrazarlo fue Gary Sheffield.
Rentería después del partido manifestó lo siguiente al diario El Tiempo sobre el hit decisivo: “cuando choqué la bola, lo que pensé era que nunca me pondrían coger en primera y que tenía que correr duro. Creo que batí el récord de velocidad del 'plato' a primera. Corrí desesperado, como si alguien me hubiera asustado y sólo estuve seguro cuando la pelota pasó de largo por segunda”.
67.204 personas en el estadio Pro Placer Stadium de Miami saltaron y gritaron de alegría y metieron más en sus corazones a ‘El Niño’, apodo de Rentería. La ovación que recibió el colombiano en el primer juego de la Serie Mundial quedó ratificada al igual que el grito “¡‘Niño’, ‘Niño’’, Rentería, Rentería!”
Hacía seis años que un título de la Serie Mundial en un séptimo partido no se decidía con un sencillo. El último pelotero que había sido héroe por esto fue el bateador emergente Gene Larkin de los Mellizos de Minnesota, que derrotaron a los Bravos de Atlanta.
Fue un día memorable, que sin duda quedará en el recuerdo de la historia del deporte colombiano. Aquel imparable de gloria para el país y la manera como los compañeros felicitaron a Rentería, abrazándolo y levantándolo en hombros, no se borrará de los colombianos que, sin importar las cuatro horas y diez minutos de duración del juego y que tocaba ir al oficina, al colegio o a la universidad, vieron ‘bañarse’ de héroe a un compatriota en el máximo torneo de la ‘pelota caliente‘.
Un año inolvidable
Indiscutiblemente el mayor logro para el pelotero barranquillero Édgar Rentería en la temporada de 1997 en las Grandes Ligas fue ganar con los Marlins la Serie Mundial gracias al hit que dio, pero no se puede dejar de lado otros registros.
Durante la temporada regular Rentería tuvo un promedio de bateo de .277, impulsó 52 carreras y tuvo un Porcentaje de Embasarse (OBP, por sus siglas en inglés) de .327. A la defensiva, en la posición entre segunda y tercera base (paracortos), tuvo un rendimiento de .975 y cometió 17 errores. Números suficientes que le permitieron ser candidato al premio Mejor Novato del año.
En la Serie Mundial su promedio de bateo fue de .290, remolcó tres carreras, su OBP fue de .353 y recibió tres bases por bola. A la defensiva, sus números fueron de un rendimiento de .974 con apenas un error.
Quedará también en el recuerdo el primer partido de la Serie Divisional contra los Gigantes de San Francisco, disputado en Miami, cuando en la novena entrada, momento en que el marcador estaba 1-1, Rentería dio un sencillo para impulsar a Charles Johnson, quien estaba en tercera base, y dar por terminado el encuentro.
Narración hit Rentería - Telecaribe
Narración hit Rentería - Édgar Perea
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Si no mal recuerdo Craig Counsell anotó también la carrera de la victoria, en séptimo juego de la serie mundial Diamondbacks vs Yankees, impulsado por González... Me gustó tu artículo, Edgar Rentería un fuera de serie, bateador oportuno y guante seguro... Saludos. Jaime Lastra, Tabasco, México
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