De nuevo cito a Joan Manuel Serrat y su famosa canción: "hoy puede ser un gran día, imposible de recuperar, un ejemplar único (...) y mañana también". Y efectivamente ese 'mañana' (jueves) fue otro día espectacular.
Sobre las seis de la tarde, hora de España, un avión aterrizó en Barcelona y de él se bajaron los campeones de Europa, que derrotaron 2-0 al Manchester United en la final de la Liga de Campeones, los mismos que dos semanas atrás levantaron la Copa del Rey y la de la liga española.
A esos futbolistas del FC Barcelona los esperaba un merecidísimo recibimiento. No demoraron mucho las fotografías con el trofeo apenas bajaron del avión, e inmediatamente se fueron a un bus que los llevaría al 'autocar' descapotable, que les haría un recorrido por las principales vías de la ciudad colmadas de aficionados. Todo el trayecto, cuyo destino final era el estadio Camp Nou, duró aproximadamente unas cuatro horas.
Y llegó el momento más esperado por los 98.000 asistentes al Camp Nou: 10:30 de la noche y saltaron al terreno los 'gladiadores de Roma'. Vuelta olímpica acompañada de bailes, saltos, cantos de "¡Copa, liga y 'Champions'!", "¡campeones, campeones, oé, oé, oé!", voces roncas, papel picado, en fin, no faltó nada.
De repente, los jugadores se fueron al vestuario. Pero no era el fin del festejo, al contrario, apenas comenzaba. Las luces se apagaron, el escenario se iluminó con los corazones alegres de los hinchas y, en lo más alto, una pantalla mostró los momentos inolvidables de la temporada 2008-2009.
Y de nuevo, salieron otra vez los campeones, pero no todos al tiempo, uno por uno, mientras unos láser escribían sobre el terreno el nombre y el número de cada integrante de la plantilla 'azulgrana'.
Pero faltaba algo importante, los motivos de la fiesta: las copas. Víctor Valdés y Andrés Iniesta se encargaron de salir con la del Rey, Xavi y Carles Puyol, con la de la liga, y el entrenador Pep Guardiola y su asistente, Tito Vilanova, con el trofeo más importante: la 'Orejona' de la Liga de Campeones.
Con todo el equipo en la mitad de la cancha, llegó un silencio por unos segundos y después empezó a oirse la canción de los ganadores, 'We are the champions'. Todos la entonaron, antes de que llegara el turno de dedicarle unas palabras al público.
Hablaron la mayoría de los jugadores. A continuación, lo más destacado:
Puyol: "esta temporada es un sueño hecho realidad".
Guardiola: "ciudadanos de Cataluña, ya tenemos el título aquí".
Piqué: "a lo mejor no nos hemos dado cuenta de lo que hemos logrado".
Xavi: "hemos hecho historia. Ser 'culé' y catalán es motivo de orgullo".
Iniesta: "si quieren más títulos, dejen que Guardiola se quede más años".
Messi: "acá están las copas".
Eto'o: "el objetivo era arrancarle una sonrisa a ustedes (la afición). Esperamos haberlo logrado".
Después de los discursos, el final de la 'nit' (noche) mágica se acercaba, pues solo restaban tres cosas: el himno del Barça, la pólvora y otra vuelta olímpica.
Mejor imposible...
¡Visca el Barça!
A esos futbolistas del FC Barcelona los esperaba un merecidísimo recibimiento. No demoraron mucho las fotografías con el trofeo apenas bajaron del avión, e inmediatamente se fueron a un bus que los llevaría al 'autocar' descapotable, que les haría un recorrido por las principales vías de la ciudad colmadas de aficionados. Todo el trayecto, cuyo destino final era el estadio Camp Nou, duró aproximadamente unas cuatro horas.
Y llegó el momento más esperado por los 98.000 asistentes al Camp Nou: 10:30 de la noche y saltaron al terreno los 'gladiadores de Roma'. Vuelta olímpica acompañada de bailes, saltos, cantos de "¡Copa, liga y 'Champions'!", "¡campeones, campeones, oé, oé, oé!", voces roncas, papel picado, en fin, no faltó nada.
De repente, los jugadores se fueron al vestuario. Pero no era el fin del festejo, al contrario, apenas comenzaba. Las luces se apagaron, el escenario se iluminó con los corazones alegres de los hinchas y, en lo más alto, una pantalla mostró los momentos inolvidables de la temporada 2008-2009.
Y de nuevo, salieron otra vez los campeones, pero no todos al tiempo, uno por uno, mientras unos láser escribían sobre el terreno el nombre y el número de cada integrante de la plantilla 'azulgrana'.
Pero faltaba algo importante, los motivos de la fiesta: las copas. Víctor Valdés y Andrés Iniesta se encargaron de salir con la del Rey, Xavi y Carles Puyol, con la de la liga, y el entrenador Pep Guardiola y su asistente, Tito Vilanova, con el trofeo más importante: la 'Orejona' de la Liga de Campeones.
Con todo el equipo en la mitad de la cancha, llegó un silencio por unos segundos y después empezó a oirse la canción de los ganadores, 'We are the champions'. Todos la entonaron, antes de que llegara el turno de dedicarle unas palabras al público.
Hablaron la mayoría de los jugadores. A continuación, lo más destacado:
Puyol: "esta temporada es un sueño hecho realidad".
Guardiola: "ciudadanos de Cataluña, ya tenemos el título aquí".
Piqué: "a lo mejor no nos hemos dado cuenta de lo que hemos logrado".
Xavi: "hemos hecho historia. Ser 'culé' y catalán es motivo de orgullo".
Iniesta: "si quieren más títulos, dejen que Guardiola se quede más años".
Messi: "acá están las copas".
Eto'o: "el objetivo era arrancarle una sonrisa a ustedes (la afición). Esperamos haberlo logrado".
Después de los discursos, el final de la 'nit' (noche) mágica se acercaba, pues solo restaban tres cosas: el himno del Barça, la pólvora y otra vuelta olímpica.
Mejor imposible...
¡Visca el Barça!
No hay comentarios:
Publicar un comentario