domingo, 28 de marzo de 2010

Yankee Stadium, el lugar para estar


Apreciados y queridos lectores de ‘Yankees a 2.600 metros’. Este periodista ha abandonado Colombia para dirigirse a Estados Unidos y perfeccionar su inglés. El destino para estudiar es Seattle, de la cual sólo se oyen elogios.

Pero antes de tomar rumbo al noroeste decidió parar en la mejor ciudad del mundo: Nueva York, la ciudad que nunca duerme, de los afanes, de las caminadas rápidas, del ruido, de los musicales, de los malos olores, de los ‘BlackBerrydictos’, de la diversidad cultural. En fin. Visitar la ‘Gran Manzana’ emboba y parte del encanto de Nueva York, en un gran porcentaje, son los Yankees. ¡Qué alegría estar acá después del título de la Serie Mundial! ¡Se respira felicidad!

Es tan grande la acogida de este equipo de las Grandes Ligas que la próxima versión de Misión Imposible debe basarse en la consecución de una boleta para el tour en el Yankee Stadium. El vendedor en una tienda de los Yankees dijo que estaba todo agotado del 27 de marzo al 4 de abril. Y esos tiquetes salieron a la venta el lunes 22. Por Internet es complicadísimo. ¿Suerte? Para mí esa boleta del día 27 (número de título de los Yankees, ¿coincidencia?...) vale más que 23 dólares. No hay palabras.

Les resumo rápidamente en qué consistió este recorrido de gloria. Primero se entró al museo, donde se encuentran los trofeos y hay un repaso de historia dividido en eras lógicas: Babe Ruth, Joe DiMaggio, Mickey Mantle, Reggie Jackson y Derek Jeter. También hay un lugar lleno de pelotas firmadas por jugadores que vistieron el uniforme. Es infinito…

Luego, llevan a los turistas al Monument Park a ver los números retirados y las placas conmemorativas. Es de ‘porcelana’ el sitio.

Para rematar, se va al dugout (calefacción y aire acondicionado) y al clubhouse (hotel cinco estrellas). A este último no se le toman fotografías por respeto a la privacidad de los jugadores. Para darles una idea: cada pelotero dispone de un locker con pantalla táctil. En el museo hay una muestra.

“Si alguien es fanático del béisbol, Yankee Stadium es el lugar para estar”, con esas palabras objetivas y subjetivas al mismo tiempo el guía arrancó el tour.

Comparto las mejores fotos. Disfrútenlas. Dejo para el final la parte triste: Unas imágenes de cómo luce el viejo estadio. Duele, y mucho, ir en la línea 4 del metro y al acercarse a la calle 161 la ‘casa que Babe Ruth ayudó a construir’ es la ‘casa que Nueva York y los Steinbrenner demolieron’.

Menos mal en el trasteo no se olvidó el aura y la mística, esas que desde este domingo 4 de abril se necesitarán, cuando los Yankees comiencen la defensa de su corona en Boston. Me encanta arrancar con los Medias Rojas. ¡A ganar en Fenway Park!
















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