Foto tomada de i.dailymail.co.uk
La palabra 'derrota' no es aceptada por el dueño de los Yankees de Nueva York, George Steinbrenner. Sencillamente no la tolera y es famoso por sus llamados fuertes de atención cuando los resultados no se dan. Ahora su función es delegada en sus hijos Hal y Hank, pero la exigencia no cambia.
Para que sus Yankees ganen, George usa un método criticado muchas veces: sacar la chequera y gastar millones de dólares para armar el roster o nómina con el fin de levantar el trofeo de la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas (MLB).
Bajo su mando, siete campeonatos desde que tomó las riendas en 1973 le dan la razón. Sin embargo, el 2000 había sido el último, contra los Mets de Nueva York, antes del alcanzado el pasado miércoles, frente a los campeones del 2008, los Phillies (Filis) de Filadelfia.
En cada uno de esos ocho años previos al 2009 los Yankees lideraron, pero en inversiones: 2001 (112 millones de dólares), 2002 (125), 2003 (152), 2004 (184), 2005 (208), 2006 (194), 2007 (189) y 2008 (209).
"Esa platica se perdió": dos Series Mundiales sinónimas de derrotas, 2001 (Diamondbacks) y 2003 (Marlins), la caída contra los Medias Rojas de Boston en 2004 cuando tenían ventaja de 3-0 y en los tres años siguientes Nueva York no pasó de la primera ronda de la postemporada, como le sucedió en el 2002. Para rematar, en el 2008 ni siquiera alcanzó los playoffs.
Joe Torre, entrenador campeón en 1996 y del 98 al 2000, fue despedido en 2007 y le asignaron la misión de ganar la Serie Mundial a Joe Girardi. Sin embargo, el año no sería el 2008, pues terminó de colapsar una falencia que traían de atrás: el pitcheo.
Sin brazos
Desde el séptimo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004 comenzó a verse ese vacío en los lanzadores, cuando la alternativa para abrir ese decisivo enfrentamiento fue Kevin Brown. Cabe recordar que en 2003 Roger Clemens y Andy Pettitte dejaron la organización, lo mismo que David Wells.
El 2005 sería el inicio del desfile de pitchers, aunque una temporada antes se recuerda al puertorriqueño Javier Vásquez y al cubano José Contreras. Arribaron a la 'Gran manzana' Randy Johnson, Jaret Wright y Carl Pavano. Los primeros dos no llenaron las expectativas y el segundo estuvo más tiempo lesionado. Mike Mussina lucía y en otras ocasiones se desplomaba. En postemporada le costaba trabajo confirmar sus números de la temporada regular.
Lo positivo del 2005 fue el surgimiento del taiwanés Chien-Ming Wang, el astro del 2006 y 2007. Sin embargo, aún no había una rotación fuerte. Para el 2008, se la jugaron con los jóvenes, tanto que no llegó el venezolano Johan Santana, y tampoco se observó un alto rendimiento, a lo que se añade la lesión de Wang a mitad de temporada.
Todas esas decisiones de traer y no traer jugadores recayeron en el gerente general, Brian Cashman. Sonaba su nombre para dejar el cargo tras el fracaso del 2008, pero tuvo un nuevo contrato por tres años y, lo más importante, otra oportunidad.
Millones en el blanco
Cashman, con 11 años en el cargo, se la jugó toda en el invierno pasado. Le apuntó a los agentes libres más cotizados y los consiguió, con un valor agregado: se convirtieron en verdaderos refuerzos, especialmente para el pitcheo. Al hecho de estrenar el nuevo Yankee Stadium se sumaba un equipo competitivo, de 201 millones.
CC Sabathia y AJ Burnett, un zurdo y un derecho, los lanzadores que finalmente esperaban en el Bronx. El primero, Cy Young en el 2007, el segundo, tremendo 2008 con los Azulejos de Toronto. Burnett, firmado por cinco años y 82.5 millones de dólares.; Sabathia, récord para un lanzador: siete temporadas y 161 millones.
Los sueldos de ambos se justificaron. Sabathia estaba llamado ser el número uno de la rotación y lo consiguió con 19 victorias, además de tres en la postemporada; Burnett ganó 13, aunque su rendimiento en un tiempo asustó, y contribuyó en la postemporada. A pesar de su mala salida en el quinto juego de la Serie Mundial, en general mantuvo silenciados los bates rivales.
Sabathia y Burnett se complementaron con un veterano experimentado como Andy Pettitte (14 triunfos). Ellos tres comandaron la rotación, que vivió la lesión y el bajón de Wang, además de la irregularidad de Joba Chamberlain.
No extrañó la decisión de Girardi de irse con tres abridores para la postemporada. Y mucho menos en la Serie Mundial. Se la jugó, a pesar que como previo al Juego 6 el New York Post publicó el siguiente titular: "You better be right", unas palabras que en español se traducen en "más te vale estar en lo correcto".
Sencillamente prefirió a Sabathia, Burnett y Pettitte que oír "soldado advertido no muere en guerra" por el mal cierre de temporada de Chamberlain y la incertidumbre con Chad Gaudin.
"Esta es la razón por la cual venimos a jugar a los Yankees. Tuvimos talento y un grupo de muchachos que jugaron juntos", expresó Sabathia en medio de las celebraciones.
Con la salida de Jason Giambi, quedó vacante la primera base. Cashman trajo a Nick Swisher, pero no sería para ese puesto. El regalo de Navidad, más grande: Mark Teixeira, que antes sonó para los Orioles de Baltimore y los Medias Rojas. Ocho años y 180 millones. Los 'patirrojos', 'archirrivales' de los Yankees, cuando los eliminaron los Angelinos en la primera ronda lamentaron la no inclusión de Teixeira.
La importancia de Mark radicó no solo por su poder con el bate: hace swing como derecho y zurdo. Su guante lució a la defensiva. "Es el mejor lugar para jugar", expresó cuando conectó el cuadrangular que dejó en el terreno a los Mellizos de Minnesota y puso 2-0 la Serie Divisional. Sobre el trofeo, agregó: "desde niño soñaba con ser campeón. Lo que se siente es más grande de lo que uno se imagina. Es trabajo en equipo, no quiero darme ningún crédito".
"AJ, CC y Mark jugaron como si llevaran años acá. Eso es lo que amo de los jugadores que vienen a Nueva York y actúan así", resaltó el cerrador panameño Mariano Rivera.
"Algunos años funciona, otros no. Por fortuna este año pudimos hacer algo por la ciudad y el 'Jefe' ('The Boss'). Todo la temporada ha sido memorable", señaló uno de los 'arquitectos' de los Yankees-2009, Brian Cashman.
Relevo juvenil
Un equipo campeón también necesita de relevistas, otro factor que fallaba en las pasadas campañas. Finalmente, Mariano Rivera encontró quien le dejara la mesa servida para culminar los juegos: Phil Hughes. Este joven se convirtió en uno de los movimientos más importantes del año.
Hughes arrancó como abridor, pero Girardi le encontró un mejor lugar: el bullpen, donde cumplió la labor de lanzar en las octavas entradas. Una garantía en ese puesto. A él se unieron David Robertson y Phil Coke, además del mexicano Alfredo Aceves. Todos, con excepción de Aceves, que inicialmente tuvo vínculos con los Azulejos de Toronto, fueron firmados en los drafts y formados en las sucursales.
No fue el mismo bullpen en los playoffs que en la temporada regular, pero contó con el resurgimiento del dominicano Damaso Marte, muy criticado a principios de año. Quien se vio sólido y sin que los 39 años le pesaran fue Mariano Rivera: tranquilidad y triunfo asegurado.
Los jóvenes lanzadores, además de otros peloteros como Robinson Canó y Melky Cabrera no estuvieron solos. Los guiaron experimentados, que ya traían en sus dedos cuatro anillos de Serie Mundial: Rivera, Derek Jeter y Pettitte, junto a Jorge Posada, con tres. Hideki Matsui, el Jugador Más Valioso (MVP) del 'Clásico de otoño', jugaba su séptima temporada en los 'Mulos'. Una mezcla de juventud con veteranía, que "logró jugar en equipo", como lo destacó el capitán Jeter.
Desde los entrenamientos de primavera trabajaron duro y la hora de la verdad todos aportaron cuando se les necesitaba para tomar el mismo camino: el título 27. Ramiro Peña, Brett Gardner y Francisco Cervelli no desaprovecharon oportunidades cuando sustituyeron a algún titular. Un ejemplo de lo que es la profundidad en béisbol.
"Se siente diferente ganar como entrenador y jugador. Pero es increíble. Ellos (los jugadores) jugaron duro y correctamente para conseguirlo. Esto es para los Steinbrenner y Brian Cashman, que juntó a este equipo", manifestó un eufórico Girardi al referirse al título y el trabajo de sus pupilos.
"Todo el año lucharon y lucharon. Nunca se rendieron", destacó Hal Steinbrenner, luego de recibir el trofeo de manos del comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig.
Factor 'A-Rod'
El arranque de la temporada de los Yankees trajo muchas preocupaciones y dio motivos para no imaginarse un final de 103 victorias y 59 derrotas, la mejor marca en las Mayores. El equipo no encontraba su 'mística'. Comienzo lento de Sabathia, unos Medias Rojas dominantes, un Teixeira 'apagado', un Wang en descontrol con sus pitcheos, además de sus molestias físicas, y un bullpen sin hallar las piezas.
El 7 de mayo la marca de la novena era de 13-15. El 8 del mismo mes retornó Álex Rodríguez, ausente al principio por la cirujía en la cadera. Todos los ojos recaían en él por aceptar su dopaje cuando estuvo en los Rangers de Texas. ¿Sería el mismo?
Cambió el rumbo desde ese día y los tres elementos del éxito, pitcheo, bateo y defensa entraron en armonía. Pero de Álex no solo se esperaban buenos números en temporada regular. Sí o sí tenía que demostrar en la postemporada por qué es el jugador con mejor salario, 33 millones de dólares al año.
En los playoffs anteriores quedó debiendo mucho por no dar el batazo oportuno. El 2009 fue distinto y en dos ocasiones pegó cuadrangular para empatar partido, contra los Mellizos y los Angelinos. En la Serie Mundial, solo bateó para .250 (cinco hits en 20 turnos), pero un jonrón de dos carreras en el tercer juego metió en la pelea a los Yankees cuando caían 3-0 y su doble en el cuarto para darles la ventaja puso más cerca la gloria.
"Suena increíble. Estoy orgulloso y feliz de formar parte de esta organización. Se siente bien venir a octubre y aportar. ¡Nos vamos de fiesta!", gritó el tercera base, que salió de la lista de grandes jugadores sin anillo de Serie Mundial.
Una millonaria suma de dinero bien invertida, sumada al talento joven y veterano, tienen desde el miércoles sin dormir a la ciudad de Nueva York por el triunfo de los Yankees en la Serie Mundial. Recuperaron el trono perdido.
NewYork Yankees, 2009 World Series Champions!
Para que sus Yankees ganen, George usa un método criticado muchas veces: sacar la chequera y gastar millones de dólares para armar el roster o nómina con el fin de levantar el trofeo de la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas (MLB).
Bajo su mando, siete campeonatos desde que tomó las riendas en 1973 le dan la razón. Sin embargo, el 2000 había sido el último, contra los Mets de Nueva York, antes del alcanzado el pasado miércoles, frente a los campeones del 2008, los Phillies (Filis) de Filadelfia.
En cada uno de esos ocho años previos al 2009 los Yankees lideraron, pero en inversiones: 2001 (112 millones de dólares), 2002 (125), 2003 (152), 2004 (184), 2005 (208), 2006 (194), 2007 (189) y 2008 (209).
"Esa platica se perdió": dos Series Mundiales sinónimas de derrotas, 2001 (Diamondbacks) y 2003 (Marlins), la caída contra los Medias Rojas de Boston en 2004 cuando tenían ventaja de 3-0 y en los tres años siguientes Nueva York no pasó de la primera ronda de la postemporada, como le sucedió en el 2002. Para rematar, en el 2008 ni siquiera alcanzó los playoffs.
Joe Torre, entrenador campeón en 1996 y del 98 al 2000, fue despedido en 2007 y le asignaron la misión de ganar la Serie Mundial a Joe Girardi. Sin embargo, el año no sería el 2008, pues terminó de colapsar una falencia que traían de atrás: el pitcheo.
Sin brazos
Desde el séptimo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004 comenzó a verse ese vacío en los lanzadores, cuando la alternativa para abrir ese decisivo enfrentamiento fue Kevin Brown. Cabe recordar que en 2003 Roger Clemens y Andy Pettitte dejaron la organización, lo mismo que David Wells.
El 2005 sería el inicio del desfile de pitchers, aunque una temporada antes se recuerda al puertorriqueño Javier Vásquez y al cubano José Contreras. Arribaron a la 'Gran manzana' Randy Johnson, Jaret Wright y Carl Pavano. Los primeros dos no llenaron las expectativas y el segundo estuvo más tiempo lesionado. Mike Mussina lucía y en otras ocasiones se desplomaba. En postemporada le costaba trabajo confirmar sus números de la temporada regular.
Lo positivo del 2005 fue el surgimiento del taiwanés Chien-Ming Wang, el astro del 2006 y 2007. Sin embargo, aún no había una rotación fuerte. Para el 2008, se la jugaron con los jóvenes, tanto que no llegó el venezolano Johan Santana, y tampoco se observó un alto rendimiento, a lo que se añade la lesión de Wang a mitad de temporada.
Todas esas decisiones de traer y no traer jugadores recayeron en el gerente general, Brian Cashman. Sonaba su nombre para dejar el cargo tras el fracaso del 2008, pero tuvo un nuevo contrato por tres años y, lo más importante, otra oportunidad.
Millones en el blanco
Cashman, con 11 años en el cargo, se la jugó toda en el invierno pasado. Le apuntó a los agentes libres más cotizados y los consiguió, con un valor agregado: se convirtieron en verdaderos refuerzos, especialmente para el pitcheo. Al hecho de estrenar el nuevo Yankee Stadium se sumaba un equipo competitivo, de 201 millones.
CC Sabathia y AJ Burnett, un zurdo y un derecho, los lanzadores que finalmente esperaban en el Bronx. El primero, Cy Young en el 2007, el segundo, tremendo 2008 con los Azulejos de Toronto. Burnett, firmado por cinco años y 82.5 millones de dólares.; Sabathia, récord para un lanzador: siete temporadas y 161 millones.
Los sueldos de ambos se justificaron. Sabathia estaba llamado ser el número uno de la rotación y lo consiguió con 19 victorias, además de tres en la postemporada; Burnett ganó 13, aunque su rendimiento en un tiempo asustó, y contribuyó en la postemporada. A pesar de su mala salida en el quinto juego de la Serie Mundial, en general mantuvo silenciados los bates rivales.
Sabathia y Burnett se complementaron con un veterano experimentado como Andy Pettitte (14 triunfos). Ellos tres comandaron la rotación, que vivió la lesión y el bajón de Wang, además de la irregularidad de Joba Chamberlain.
No extrañó la decisión de Girardi de irse con tres abridores para la postemporada. Y mucho menos en la Serie Mundial. Se la jugó, a pesar que como previo al Juego 6 el New York Post publicó el siguiente titular: "You better be right", unas palabras que en español se traducen en "más te vale estar en lo correcto".
Sencillamente prefirió a Sabathia, Burnett y Pettitte que oír "soldado advertido no muere en guerra" por el mal cierre de temporada de Chamberlain y la incertidumbre con Chad Gaudin.
"Esta es la razón por la cual venimos a jugar a los Yankees. Tuvimos talento y un grupo de muchachos que jugaron juntos", expresó Sabathia en medio de las celebraciones.
Con la salida de Jason Giambi, quedó vacante la primera base. Cashman trajo a Nick Swisher, pero no sería para ese puesto. El regalo de Navidad, más grande: Mark Teixeira, que antes sonó para los Orioles de Baltimore y los Medias Rojas. Ocho años y 180 millones. Los 'patirrojos', 'archirrivales' de los Yankees, cuando los eliminaron los Angelinos en la primera ronda lamentaron la no inclusión de Teixeira.
La importancia de Mark radicó no solo por su poder con el bate: hace swing como derecho y zurdo. Su guante lució a la defensiva. "Es el mejor lugar para jugar", expresó cuando conectó el cuadrangular que dejó en el terreno a los Mellizos de Minnesota y puso 2-0 la Serie Divisional. Sobre el trofeo, agregó: "desde niño soñaba con ser campeón. Lo que se siente es más grande de lo que uno se imagina. Es trabajo en equipo, no quiero darme ningún crédito".
"AJ, CC y Mark jugaron como si llevaran años acá. Eso es lo que amo de los jugadores que vienen a Nueva York y actúan así", resaltó el cerrador panameño Mariano Rivera.
"Algunos años funciona, otros no. Por fortuna este año pudimos hacer algo por la ciudad y el 'Jefe' ('The Boss'). Todo la temporada ha sido memorable", señaló uno de los 'arquitectos' de los Yankees-2009, Brian Cashman.
Relevo juvenil
Un equipo campeón también necesita de relevistas, otro factor que fallaba en las pasadas campañas. Finalmente, Mariano Rivera encontró quien le dejara la mesa servida para culminar los juegos: Phil Hughes. Este joven se convirtió en uno de los movimientos más importantes del año.
Hughes arrancó como abridor, pero Girardi le encontró un mejor lugar: el bullpen, donde cumplió la labor de lanzar en las octavas entradas. Una garantía en ese puesto. A él se unieron David Robertson y Phil Coke, además del mexicano Alfredo Aceves. Todos, con excepción de Aceves, que inicialmente tuvo vínculos con los Azulejos de Toronto, fueron firmados en los drafts y formados en las sucursales.
No fue el mismo bullpen en los playoffs que en la temporada regular, pero contó con el resurgimiento del dominicano Damaso Marte, muy criticado a principios de año. Quien se vio sólido y sin que los 39 años le pesaran fue Mariano Rivera: tranquilidad y triunfo asegurado.
Los jóvenes lanzadores, además de otros peloteros como Robinson Canó y Melky Cabrera no estuvieron solos. Los guiaron experimentados, que ya traían en sus dedos cuatro anillos de Serie Mundial: Rivera, Derek Jeter y Pettitte, junto a Jorge Posada, con tres. Hideki Matsui, el Jugador Más Valioso (MVP) del 'Clásico de otoño', jugaba su séptima temporada en los 'Mulos'. Una mezcla de juventud con veteranía, que "logró jugar en equipo", como lo destacó el capitán Jeter.
Desde los entrenamientos de primavera trabajaron duro y la hora de la verdad todos aportaron cuando se les necesitaba para tomar el mismo camino: el título 27. Ramiro Peña, Brett Gardner y Francisco Cervelli no desaprovecharon oportunidades cuando sustituyeron a algún titular. Un ejemplo de lo que es la profundidad en béisbol.
"Se siente diferente ganar como entrenador y jugador. Pero es increíble. Ellos (los jugadores) jugaron duro y correctamente para conseguirlo. Esto es para los Steinbrenner y Brian Cashman, que juntó a este equipo", manifestó un eufórico Girardi al referirse al título y el trabajo de sus pupilos.
"Todo el año lucharon y lucharon. Nunca se rendieron", destacó Hal Steinbrenner, luego de recibir el trofeo de manos del comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig.
Factor 'A-Rod'
El arranque de la temporada de los Yankees trajo muchas preocupaciones y dio motivos para no imaginarse un final de 103 victorias y 59 derrotas, la mejor marca en las Mayores. El equipo no encontraba su 'mística'. Comienzo lento de Sabathia, unos Medias Rojas dominantes, un Teixeira 'apagado', un Wang en descontrol con sus pitcheos, además de sus molestias físicas, y un bullpen sin hallar las piezas.
El 7 de mayo la marca de la novena era de 13-15. El 8 del mismo mes retornó Álex Rodríguez, ausente al principio por la cirujía en la cadera. Todos los ojos recaían en él por aceptar su dopaje cuando estuvo en los Rangers de Texas. ¿Sería el mismo?
Cambió el rumbo desde ese día y los tres elementos del éxito, pitcheo, bateo y defensa entraron en armonía. Pero de Álex no solo se esperaban buenos números en temporada regular. Sí o sí tenía que demostrar en la postemporada por qué es el jugador con mejor salario, 33 millones de dólares al año.
En los playoffs anteriores quedó debiendo mucho por no dar el batazo oportuno. El 2009 fue distinto y en dos ocasiones pegó cuadrangular para empatar partido, contra los Mellizos y los Angelinos. En la Serie Mundial, solo bateó para .250 (cinco hits en 20 turnos), pero un jonrón de dos carreras en el tercer juego metió en la pelea a los Yankees cuando caían 3-0 y su doble en el cuarto para darles la ventaja puso más cerca la gloria.
"Suena increíble. Estoy orgulloso y feliz de formar parte de esta organización. Se siente bien venir a octubre y aportar. ¡Nos vamos de fiesta!", gritó el tercera base, que salió de la lista de grandes jugadores sin anillo de Serie Mundial.
Una millonaria suma de dinero bien invertida, sumada al talento joven y veterano, tienen desde el miércoles sin dormir a la ciudad de Nueva York por el triunfo de los Yankees en la Serie Mundial. Recuperaron el trono perdido.
NewYork Yankees, 2009 World Series Champions!
New York Yankees, 2009 American League Champions!
New York Yanees, 2009 American East Division Champions!
Let's go Yankees!
¡Conquistado el camino 27!
New York Yanees, 2009 American East Division Champions!
Let's go Yankees!
¡Conquistado el camino 27!
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